lunes, 8 de agosto de 2011

3- Utopía.

Y sentada espero, ¿lo habré soñado? ¿por qué será que no llega?
¡Claro que estúpida que soy!, soy tan estúpida que no distingo los sueños
de la realidad, lo soñé por eso no vino; porque era un gran sueño y nada más.
Al terminar mi pensamiento lo vi venir entre los árboles,
se paró a mitad de camino esperando que lo recibiera con un abrazo
y simplemente le pregunté:
- ¿Estoy soñando? (necesitaba saber eso de verdad)
- Si esto es un sueño convergente y me estás dejando estar en el, sí.
Si no es así, no, porque estoy acá al lado tuyo otra vez.
Sonreí, suspirando tranquila de que era real y soñado al mismo tiempo.
- Pensaste que era un sueño y que no iba a llegar.
Juraría que mi sueño y mi realidad se habían mezclado demasiado.
- No para nada.
¡Mentira! el lector y yo sabemos bien lo que por un momento pensé.

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