miércoles, 3 de agosto de 2011

1- Utopía.


La música en persona, algo tan díficil de personificar como la música se encontraba y se posicionaba justo en frente de mis ojos. Pero estaba y era tan idiota y ciega como para notarlo que tuvo que largar unas palabras y quebrantar la paz y la esencia de ese hermoso silencio que nos consumía.
- "Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte,
tanto inventarte, tanto buscarte por las calles como loco,
sin encontrarte."

- ¿Arjona?
"Y ahí va uno de tonto; por desesperado,
confundiendo amor con compañia."

- Si, veo que te gústa.
- Esa canción... demasiado.
Me miró, me sostuvo en sus brazos como quien sostiene una muñeca Barbie para jugar un rato. Me hizo danzar por la vereda y empezamos juntos a cantar lo que seguía de la canción y continuamos a mezclarla con otras y sin darnos cuenta sabíamos que pasos dar y con que seguir los dos. Y no sé si lo soñé, pero fue perfecto tener la propia música delante mío, con sus empretrolados ojos viento.