viernes, 30 de octubre de 2009

~Una medida de locura~

Una medida de locura para calmar mi ansiedad, con un par de cubitos para enfriar mi venganza, éste es el whisky de mi nostalgia. No es fácil pensar en el extremo de la agonía, no es fácil pensar con tanta ira adentro... Y la venganza se debe preparar con calma, seduciendo al oponente, con la mejor sonrisa disponible en el mercado de tu alma.
¿Pero como hacer para enfrentar al peor de los oponentes? ¿con que fuerzas derribar a tu propia mente? ¿cómo se hace para enfrentar a los recuerdos? ¿cómo se hace para tenderle una trampa a ellos? De todos modos, sostengo mi vaso bien firme... me siento en el sillón y pienso la mejor manera de quemar todo recuerdo... hasta el día en que ellos toquen tu puerta, y no estés preparada para hacerles la revancha.
Ese día te esperaré con ansiedad, con mi medida de locura entre mis manos, la cual dejaré caer para abrazarte.

lunes, 26 de octubre de 2009

~Mi pequeño ser~

Tengo un pequeño sueño,
¿a dónde llegará?
¿volará lejos? ¿llegará alto?
¿no será nada? ¿no servirá?
¿se caerá a pedazos?
tengo un pequeño sueño,
depende mucho de mi...
¿crecerá? ¿vivirá?
tengo un pequeño sueño,
debo protegerlo,
debo mantenerlo,
debo ayudarlo.
No debo dejar de soñarlo...

domingo, 18 de octubre de 2009

~Feliz Día~

Donde estés, te regalo éste sol. Donde estés, te regalo las estrellas que miro cada noche mientras pienso en vos. Donde estés, te regalo mis aciertos y te pido perdón por todos mis errores. Donde estés, deseo que estés bien.Donde estés, esperáme que alguna noche te voy a visitar.Donde estés, te doy todas mis miradas y mis silencios de soledad porque son tuyos y de nadie más... Donde estés, te regalo mis lágrimas de tristeza y felicidad. Donde estés, ayudáme a vivir para volar y soñar.Donde estés, no importa, siempre te voy a recordar. Donde estés, sea donde sea, feliz día...te amo mamá.




(Margaritas para ti, tu flor bonita)
13:40

martes, 6 de octubre de 2009

~Sabor a infancia~

De noche, caminando por la ciudad con la excusa de “comprar el pan” deslicé mis sentimientos al viento… y en su resople dejé que se mezclen, como mezclados en mi estómago estaban; viento, que golpeaba mi rostro y mis cabellos llevándolos a su ritmo.

Iba pisando lento y suave, sin prisas, sin nada que me persiga, sin nadie que me controle, sin nada que importe en ése momento. Solo la música, el viento, mi ciudad y yo.

¿Qué más debería importarme? Intentaba encontrar algo que desplomara paz en mi ser, pero nada hacía que lo consiga.

Y noté algo, que la gente, aquella gente que veía pasar; no estaba al tanto de mi presencia o eso creí yo, que los miraba pero me creía tan inánime a su lado… leía sus labios, veía sus risas y también sus propias tristezas… no me miraban, pero los veía… ¿no me miraban? Eso es lo que yo creía.

Noté también que aunque mi mente sabía el camino de memoria, no estaba caminando por inercia, iba decidida y firme, seria y quizás triste… pero sin dudas sabía que si deseaba doblar o cambiar de calles lo haría, la inercia no me ganaría.

Y aunque quería no llegar, los caminos siempre tienen un fin, y la excusa de “comprar pan” debía cumplirla así que… ahí estaba… “Pertutti” y se creó el pequeño habla de mi caminata:

- “¿Qué necesitabas?”

- “$2 de pan, por favor”

Después de colocar el pan en la bolsa, y pagar en la caja… me retiré de “Pertutti”… Otra vez con serenidad y lento me dirijí camino a casa… ¡si! ¡Muy pronto!… pero mi excusa ya estaba cumplida, aunque Papá sabía que “quería dar una vuelta”… ¿y si se preocupaba? Además no había mucho para hacer…

Tomé un pan de la bolsa, por ¿costumbre?, por ¿hambre? No sé… solo era un acompañante más… hasta que cuando ya estaba por llegar a casa y a la punta de ése pan… recordé cuando de niña buscaba pan para comer tomando “coca cola”, y no quería otra cosa… no quería galletitas o cereales… era eso “pan y coca cola”.

Al invadir éste recuerdo mi mente, rodee el pan con mis manos y sonreí… ¡si! Era la segunda vez en el día que algo me recordaba a mi niñez.

En ese momento era mi simple pedazo de pan, pero en el colegio un compañero me había hecho la simple pregunta de “¿Vos viste alguna vez la granja de Orson?” muy emocionada, al recordar aquél dibujo le respondí “si, no puedo creer… me había olvidado de eso”.

Y al recordar en ése instante con mi pedazo de pan, sentí o logré entender ¡cuánto tenemos ausentes algunos recuerdos! , no los olvidamos, pero los mantenemos tan ausentes en alguna parte de nosotros que el recordarlos en algún momento; nos hace felices, nos hace sonreír… nos sueltan una risa… ¿Por qué ausentamos nuestros recuerdos? Eso si que es inercia a veces… pero por suerte alguna vez vuelven a nuestra memoria para saber que no los olvidamos.

Tantee mis llaves en el bolsillo, intentando encontrar aquella forma que tenían las llaves de la puerta a mi niñez pero al retirarlas y sentirlas en mi mano pude notar aquella gran diferencia… mi niñez está lejos de hoy, y mi hoy tiene la llave de otras puertas que algún día extrañaré y buscaré en el bolsillo de mi campera.

domingo, 4 de octubre de 2009

~El Secreto De Sus Ojos~


No hay escrito... no! pero si quiero dejar acá, en mi espacio... ésto... la sensación y la diversidad de sentimientos por los que me hizo pasar ésta película, y la sonrisa con la que salí del cine y con la que sigo aún en mi cara... Se gana todos mis aplausos, a los actores, al guión, a TODO! ME ENCANTÓ y lo dije muchísimas veces y a Euge la harté de tanto decírselo, y no puedo parar de decirlo, ME ENCANTA! . Me gustó cada mínimo detalle, cada frase, cada mínima partecita. Me hicieron pasar por un montón de estados dentro, a mi particularmente me llegó muchísimo y estoy muy orgullosa de decir que es una película argentina... con unos actores DE PUTA MADRE como quién diría... y con cada palabra medida hasta con regla se podría decir... y con las ideas destructurándote a cada instante y segundo de la película... De empezar con tranquilidad y de llevarte a esa imagen fea y espantarte, incomodarte, inquietarte... de hacerte pensar en todo momento y mantenerte intrigado hasta el último segundo. Las palabras quedan cortas... BUENÍSIMA (no le alcanza para calificarla) ... y si, colgadísimo que diga todo ésto acá, pero no sé... quería hacerlo y lo hago.