sábado, 27 de junio de 2009

~A mal puerto fue a parar~


Si cada mínima parte de tu alma, supiera que al sarpar todo acabaría en mal puerto... ¿se mandaría a alta mar aún así? ¿lo haría? ¿aún sabiendo que el barco que tanto le costó construir, podría hundirse en cuestión de segundos? Mi alma, es de las que cuando siente su barco hundirse, levanta las velas, las extiende con orgullo, y un poco dolorida... elige otro camino por el cual navegar. Pero hay almas, que no pueden extender sus velas, que no pueden tirarse por la borda, ni tampoco si quiera mandarse a nadar. Solo navegan, a veces sin sentido... navegan buscando soluciones, y encontrando más problemas de los cuales encargarse. No es más fácil tomar otros rumbos, pero si aseguro con certeza que eso ayuda a el alma, para no quebrantarla ni rebajarla, para no PERDERLA, para saber AMARLA, para saber CUIDARLA. Y aunque parezca el rumbo más fácil, aunque algunas almas prefieran "lucharla", sabiendo que no tiene solución, sabiendo que van a terminar en mal puerto, sabiendo que su barco se va a destruir... teniendo la certeza de que su alma corre el riesgo de morir; es mejor tragarse el dolor que terminar en mal puerto y empeorar las cosas. Es mejor tomar otro rumbo, irse con ese dolor profundo y hundirlo en el mar, hundir ese llanto y dejar que el agua acabe en agua, donde debe estar. Irse con una sonrisa de punta a punta, aunque sea la sonrisa más fingida del mundo, sarpar a buen puerto, o seguir en alta mar navegando, para encontrar felicidad y en mal puerto no acabar.