martes, 1 de mayo de 2012

Naufragio 3

En el regocijo de ideas, la marea los alcanzaba a sus tierras (aunque cuando uno navega por tanto tiempo, ¿cuál es realmente su tierra? ¿serán de aquí o de allá?):
- Miguel...
- Manuel, mi capitán, MA- NUEL!
- Está bien para el caso ¿no es lo mismo? si ya perdimos la identidad... ¿quién te ha nombrado hasta entonces?
- Es cierto capitán, pero no dejo de ser yo mismo ¿no?
- Si vos decís, Mmm... Manuel.
- ¿Qué sucede capitán?
- No sé, solo quería preguntarte.. ¿qué te motivó a acompañarme? ¿por qué no preferiste quedarte con tu rutina asegurada?
- Capitán! ¿por qué me pregunta ésto cuando volvemos? justamente, porque tenía una rutina asegurada y fuera cual fuera nuestro destino, eso era lo que menos quería.
- Pero no nos fue tan bien... ¿no te sentís perdido?
- ¿Perdido? para nada, me siento más encontrado que nunca! jamás voy a vivir una experiencia como ésta y podría pasar toda mi vida girando las velas buscando nuevos rumbos.. Tan mal no nos fue.. éste viaje largo nos llenó de aventuras y experiencias que solo nosotros dos sabremos entender.
- Tenés razón Manuel! ¿sabés por qué te elegí a vos? porque cuando te conocí, supe que serías un compañero incondicional pero jamás supe que tu positividad, tu instinto y tus ideas se mantendrían tan intactas hasta el último día, sin fallarme ni uno solo.. por el contrario superaste mis expectativas de risas y tristezas. No es algo que haya hecho en éste viaje pero vení ¡DAME UN ABRAZO! no nos haría menos hombre después de todo lo que hemos pasado.