martes, 5 de marzo de 2013


¿Cuántos mundos? ¿Cuántas cosas pueden ocultarse tras esos ojos? Y contame, contame más, mirá al Oeste y desciframe cuantas cosas quepan en esa irrealidad. ¿De cuántas maneras son capaces esos tristes ojos de extinguir el fuego que los ahoga? ¿Cuántas veces pudiste descubrir que no era aquello lo que miraban, si no tan solo lo que sentían? ¿Cuántas veces notaste lo que en realidad pasaba? 
¿Cuántas veces descubriste que detrás de tanta risa había una gran desesperación? No le escapes a ese espejo, son el reflejo más sincero y el de mayor dolor. Pero cuando se los sabe leer, son también el mayor punto de conexión. Abrí esas persianas, inventales un sol y si eso no sale, apretalos con fuerza, apagá tu cabeza, dejate llevar y escapate con las notas que empiezan a sonar.