Descubrí que no importa lo sutíl o no sutíl de las cosas, importan como sea que las sientas sin retocarlas. Descubrí que detrás de mis ojos puede haber mil soles fundidos solo por encontrar una estrella que los acompañe. Descubrí que ya no tengo que intentar ni esforzarme por retener gente a mi lado si quiere acompañarme lo va a hacer sino seguirá su camino y algún día nos volvermos a cruzar en éste pequeño mundo. Desubrí que en cada día puedo encontrar algo bueno y hacerme sonreír para brindar por eso. Descubrí que cada dolor me hizo entender lo que eso valía y lo que soy capaz de dar por cada quien, más allá del aprendizaje. Descubrí que el sol siempre vuelve, que la luna siempre cambia y que todos variamos según el paso de los años pero hay ciertos detalles que uno nunca va a poder ocultar, cambiar, ni perder.. esos detalles que cuando lográs conocerlos, realmente conociste a la persona y viste su alma llena de paz, de euforia, de gritos, de amor y de dolor, de cada uno de los sentimientos que se mezclan en el cuerpo. Descubrí que no todo importa, ni todo tiene algún sentido y que es bueno dejar de buscárselo; simplemente sucede, simplemente es así. Descubrí que me encontré otra vez y solo eso es lo bueno de crecer, dejar atrás pensamientos viejos que me ataban a filosofías de vida que solo me amargaban, descubrí que cada día puedo hacer algo más por encontrarme feliz y descubrirme en el espejo de los ojos de otra persona.
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