domingo, 20 de noviembre de 2011

Concordia.








Buenos Aires, ciudad movida duerme de noche despierta en el día. Su gente atolondrada entre apuros y corridas se moviliza, salvo cuando llega la luna y se despierta la paz, se calma la calle, se serena la ciudad. Buenos Aires, tiene vida; llora y ríe según el tiempo y te acompaña según tu estación álmica. Buenos Aires quizá no tenga una paz que recorra a toda la ciudad pero puedo asegurar que tiene esos pequeños rinconces que hay que saber encontrar en el momento justo de tu vida. Esos pequeños rincones que al compartirlos con alguien de tu misma frecuencia puede sentirlos sin lograr describirlos del todo. La noche y sus luces, los focos de luminosidad en el ser. Esas razones que a una le roban miradas perdidas en el detalle del paisaje momentáneo que se graba en las retinas. Gracias Buenos Aires, porque cuando llueve te limpiás conmigo, porque cuando no, me hacés sonreír escondiendo al sol entre tus edificios y tus miles rinconcitos de paz. Soy un "Bicho de ciudad" y me gusta plantarme en vos. Un solo paisaje tuyo es capaz de hacerme sentir muchas cosas a la vez, sobre todo como la gran mayoría de las veces si voy acompañada, ya sea con música o personas que cargan de recuerdos a cada tramo de mi andar por tu ciudad.


22:20