lunes, 12 de julio de 2010

Crónica de una embarazada.

No era la primera vez que sentía dos corazones latir como si fueran uno... Pero sí era la primera vez que ese latir me hacía sentir más viva y audaz que nunca; me preguntaba por dentro. ¿Cómo sería? ¿Creería en mi? ¿sería capaz de sentir todo el amor que de mi hacia él se dirigía? ¿Sería capaz de sentir que es el único ser al que yo sentiría que fuera capaz de importarle? ¿Sería capaz de entender que es en lo que quise arriesgar, todo? No era la primera vez que sentía dos corazones latir como si fueran uno y sentir que era en lo único que creía de verdad. No era la primera vez que pensaba que mi mundo podía resumirse en una persona, solamente que ésta vez sin duda estaba en lo cierto. Una vez había amado a alguien para la que creí importarle, para la que sin duda di todo, pero como todos; tuvo que irse… me acompaña aún desde lejos, no es difícil entender que lejos es ese; es el lejos que todos conocemos de palabra, es el lejos que nunca podremos alcanzar. Ésta vez me tocaba a mi ser quien abrigue a ese ser de importancia, además de amor, ternura, y todo lo que la vida depara; ésta vez me tocaba a mi dar todo de mi para recibir lo que siempre esperé; para tratar de significar en su vida lo mismo que alguien como lo fue mi madre significó en la mía.

Plus: No hay nada más lindo que la risa o la mirada de un pequeño ser.

(Escrito: 14:31 PM 11- JUL-2010)