Vos allá, yo acá.
Vos en una punta y yo en la otra.
Sueños distintos nos separan,
distintos planes nos dividen,
¿qué consideramos para estar así?
Tan adversos a nuestros versos,
tan adjuntos a nuestros odios,
tan pegados, pero distantes.
Tan al borde de una locura
interminable, amarnos.
Al lado mio estás,
pero a mi no me mirás,
al lado tuyo estoy,
pero no ocupás el reflejo de mis ojos.
¿Dónde estás?
Tu mente no está con vos.
¿Dónde estoy?
Mi mente no está conmigo.
Me pensás, yo te pienso.
¿Qué nos divide entonces?
Celos sin receso que
le vuelan los sesos
a quien solo los piensa.
Celos traviesos,
que dividen nuestro corazón
para odiarnos mutuamente,
sabiendo que no es así.
Celos y más celos,
nos preocupamos tanto
por lo demás que olvidamos
el herirnos por un costado,
sin decirnos que nos queremos,
sabiendo que no hay odio
entre nosotros más que
el generado por los ajenos.